EPISODIO XVI-Al Este del Camino Real...
“Venus”, el Planeta más brillante visto desde la Tierra…al tocar un área o un Ser receptivo, favorece el contacto y se revela en plenitud a quienes lo contemplan
La Noche Buena del 24 de diciembre de 1985
Tras una extraordinaria manifestación, que narraré más adelante…Llegué a mi domicilio dispuesta a investigar, necesitaba una respuesta significativa.
Después que mi pequeño hijo se durmiera, permanecí sentada consciente de que lo ocurrido, más bien correspondía al orden sobrenatural (un tema que nunca me había planteado,hasta el momento, por supuesto)
Busqué entonces en la biblioteca, algún título que me ayudara encontrar la punta del ovillo dentro de la lógica.
De pronto, mis ojos se clavaron en un libro: “Misterios Cósmicos del Universo”
A esta altura todo era muy extraño -Lo tomé, segura de no haber sido yo quien lo colocó allí -Sin embargo, se trataría de una gran revelación.
Abstraída en la lectura, me dejé llevar en “viaje a las estrellas”
Sentí mi cuerpo levitar abducido por una sutil energía, y en aquél instante solté el libro rogando permanecer en mi lugar.
-Qué debo hacer!
Aparecieron constelaciones...vórtices estelares delineando figuras geométricas.
Imágenes que determinaban la dinámica del cielo nocturno.
Y en la Tierra la misión de plasmar un templo octagonal, en cierto lugar rodeado de montañas.
-Desconcertada, y muy tarde ya, opté por descansar.
Con la almohada mirando hacia el balcón...apenas un cristal separaba el fulgor de Venus titilante sobre la cuna del niño.
Aunque parezca insólito, esa Navidad lo pasaríamos solo con mi hijo de tres años y un conejo blanco (nuestra mascota) acurrucado en la improvisada cueva de cartón.
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